Llegó a la Fundación Acesco a los 12 años, inspirado a su corta edad, por las presentaciones de la Banda Sinfónica del Fundación Acesco, decidiendo así, hacer parte de la misma. Desde ese momento su disciplina, compromiso y excelente desempeño lo hicieron destacarse.
Ha trabajado en panaderías, tiendas de barrios y oficios varios, es un breve recuento de los puestos de trabajo a los cuales ha tenido que recurrir desde su niñez, hasta su adolescencia, con el fin de poder conseguir su sustento diario.
En la actualidad, Oney tiene 18 años, y cuenta con el apoyo de la Fundación Acesco que le permite estudiar en la Escuela Distrital de Arte y Actuación de la ciudad de Barranquilla. Además, trabaja para una empresa de recreación, con la cual viaja por todo el país.