Doña Socorro y su hija Diana, encontraron que recuperar las tradiciones gastronómicas de las abuelas, era una dulce oportunidad de negocio, para ponerle fin a sus problemas económicos y responder a las pocas oportunidades de empleo que se les presentaban.
Olores dulces, texturas melosas y colores llamativos son las características que componen los sabores únicos de las preparaciones elaboradas artesanalmente por esta madre e hija, quienes a través de sus recetas nos remontan al pasado y no regalan una dulce y grata experiencia.
Dulces de la Abuela con apoyo de la Fundación Acesco ha logrado llevar la tradición a través de sus preparaciones a cientos de hogares en toda Colombia y sobre todo a rescatar y preservar estos sabores cargados de historias y recuerdos.