Yorlady es una madre ejemplar, pero sobre todo es una mujer digna de admirar, a la que nada ni nadie le obstaculizan el rumbo de su vida; a pesar de tener una discapacidad física la que le ha dificultado el conseguir un empleo estable, nunca la ha frenado.
Es por eso que desde hace tres años encontró en Colchas de Amor, un espacio de autorreflexión y de esparcimiento, en donde pudo salir de la rutina y encontrase con ella misma.